Balfegó ha inaugurado nuevas instalaciones en l'Ametlla de Mar (Tarragona), para las cuales ha realizado una inversión de 35 millones de euros. Este nuevo complejo, que tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados, sustituye el anterior que sufrió un incendio el 2018, y albergará una avanzada planta de procesamiento de atún rojo.

De esta manera, Balfegó no sólo duplicará su capacidad actual de procesamiento, sino que también diversificará su oferta de productos y preparados, tanto para el mercado profesional como por el gran consumo, como por ejemplo el carpaccio, los sakus o el tártaro. Para lograrlo, ha dotado la nueva planta con tecnología de última generación que permite automatizar tareas, maximizar la eficiencia, reducir consumos y asegurar un producto de máxima calidad, emblema de la marca.

El complejo albergará diferentes espacios de trabajo: salas de despiece, fileteado, áreas de congelado y conservación, espacios de empaquetamiento, logística y distribución. También integrará las instalaciones administrativas de la empresa y el espacio de experimentación gastronómica de Balfegó que ya disponía en su factoría anterior, pero ahora con unas dimensiones más grandes y mucha más proyección exterior.

Uno de los aspectos más destacados del nuevo proyecto es su integración con los principios de la certificación B Corp, que la empresa obtuvo el 2024, convirtiéndose así en la primera del sector pesquero español en conseguirlo. De hecho, las instalaciones incorporan medidas de eficiencia energética, uso de energía renovable, optimización de recursos hídricos y sistemas de control ambiental.

Balfegó también ha iniciado el proceso para certificar las nuevas instalaciones bajo el estándar internacional de edificación sostenible BREEAM con el objetivo de lograr la máxima calificación. Todo ello refuerza su compromiso para reducir su impronta de carbono un 46% para el 2030.