La segunda edición del congreso de gastronomía científica Science & Cooking World Congress Barcelona, celebrado del 8 al 10 de noviembre en la Universidad de Barcelona (UB) con la sostenibilidad como eje principal, ha contado con más de 1.300 asistentes.

Durante los tres días se han reunido cocineros y científicos de todo el mundo para debatir sobre cómo la conexión entre ciencia y cocina contribuye a construir una alimentación que nos guíe hacia un futuro más sostenible y saludable. “Ahora mismo, la comunidad científica del congreso está trabajando en desarrollar un manifiesto divulgativo en formato libro que recogerá las conclusiones de los debates que se han generado estos días”, afirma  Pere Castells, presidente y fundador del congreso.

En las más de 40 ponencias, se han debatido aspectos como la cocina holística, la fermentación o la necesidad de encontrar soluciones al malgasto alimentario y a la superpoblación. Tema en el que hizo especial hincapié el chef José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen, que destacó que “tenemos el objetivo de conseguir que los productos no acaben en la basura, conseguir que estos productos alimenten a todas las personas que están pasando hambre en el mundo; y lo que es más importante, conseguir alimentar a un mundo con una población futura estimada de 9 mil millones de personas donde la comida no sea un problema, sino una solución”.

Otras temáticas que se han comentado son las proteínas alternativas, la tecnología aplicada a la gastronomía, la inteligencia artificial y el uso de dispositivos para mejorar la experiencia gastronómica. Además, este año se han consolidado 16 delegaciones alrededor del mundo con el objetivo de dibujar un mapa de la situación de la ciencia y la cocina en la actualidad. Concretamente, las delegaciones que han participado son Parma, Buenos Aires, La Habana, Galápagos, Amazonia, Harvard, Bangkok, Chile, Montreal, Tokio, Turquía, Madagascar, Dinamarca, UC San Diego, Ushuaia y Perú

Dentro del marco del congreso también se han celebrado los Sferic Awards, cuyo objetivo es valorar científicamente una técnica culinaria que haya contribuido o pueda contribuir a la innovación científica. Este año los galardonados han sido Noma, Mugaritz y Momofuku.