Tast a la Rambla es una iniciativa al alza. Nacida con la idea de democratizar la riqueza gastronómica de Barcelona, esta gran cita demostró que su proyección es muy notable, como reflejan tanto las cifras de esta segunda edición (más de 550.000 visitantes y 96.000 degustaciones) como las opiniones que pudimos recoger de boca de un buen número de profesionales participantes.

El objetivo de este evento es no solo encomiable sino necesario. Es preciso que la ciudadanía en general pierda el miedo a la alta cocina y es necesario también dejar constancia de la gran variedad de propuestas gastronómicas de calidad que se puede encontrar en Barcelona. Dos metas que se han alcanzado en esta segunda edición gracias al talento y esfuerzo del casi medio centenar de participantes.

En este Tast hubo creaciones que arrasaron, como la yema de huevo crujiente con gelatina de setas (Disfrutar) o el Ravioli cremoso de setas y salsa de foie y virutas de ibérico (Loidi), logrando vender miles de platillos a lo largo de los cuatro días que duró la cita. La clave de su éxito: entender que no se puede renunciar a la propia identidad que da sentido al restaurante aunque se esté en plena Rambla.