Alejandro De Miguel
Hijo de profesores de lengua, todo parecía indicar que la trayectoria de Alejandro De Miguel estaba muy encaminada hacia la docencia en general y a la Historia del Arte en particular cuando pasa un verano trabajando en una heladería. Esta experiencia da un giro a su vida profesional. “Me encanta este primer contacto con la heladería, un oficio que me conquista desde un inicio”, explica. En ese momento decide irse por una temporada a Italia. En este país comienza su formación y a conocer más a fondo la elaboración y venta del helado en una heladería que en aquel momento era familiar, y hoy en día es una franquicia, The Gelatist. Sin embargo con la llegada de la pandemia regresa a Madrid para continuar acumulando experiencia en la heladería La Romana. Poco después junto con un socio montará La Tramontana, una heladería que respira otra de sus pasiones, la cocina. De ahí las variadas propuestas de una vitrina dinámica que refleja la personalidad de un heladero inquieto. Finalmente, su paso por el Curso de Experto Universitario en Elaboración Artesanal de Helados, de la Universidad de Alicante, culmina una formación que ha ido moldeando una mirada del oficio tan avanzada como genuina.
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