Bang Gai es un heladero chino autodidacta que en sus helados ha sabido combinar con intuición y mucho ensayo y error la gastronomía de su país con la tradición heladera italiana. Desde su heladería en Hangzhou, Sette Gelato, renueva semanalmente su vitrina con una o dos propuestas nuevas en cada ocasión.
Sin embargo, lo que más llama la atención de este heladero es su particular concepto del helado y de la heladería. Según afirma, cada helado es como una pieza musical, con un ritmo único a base de notas altas, medias y bajas. No en vano el heladero es como un compositor que busca las mejores melodías a través de sus recetas, que son partituras a la espera de cobrar vida en forma de helado.