Es uno de los pasteleros franceses más universales e influyentes, con una dilatada experiencia profesional al lado de pasteleros de la talla de Pierre Hermé en su etapa en Fauchon, París. En diciembre de 2012 crea un inédito concepto de tienda, l’Éclair de Génie, consagrada a una especialidad tradicional francesa, el éclair. A partir de entonces, se han sucedido las más innovadoras, creativas y desenfadadas colecciones con este producto como protagonista. En esta línea se inscriben sus helados, que nunca faltan en su oferta de verano. Creaciones heladas como los éclairs helados de 2014, los Chouger Glacé, de 2016, y los Barlette Glacée, de 2017 son claros ejemplos. El helado se enfunda, así, en la particular forma de entender la pastelería de Adam, bajo innovadores y llamativos acabados y baños con los que habitualmente viste sus écliars.