Miembro del equipo italiano que ganó la Copa del Mundo de Pastelería de Lyon 2015, Francesco Boccia tiene su primer contacto serio con la heladería precisamente en esta competición. Su formación en pastelería es una gran ventaja a la hora de incluir acabados “de tendencia” en la heladería, sobre todo en formatos de presentación del helado que se preparan de forma rápida frente al cliente, como la tarrina, la copa y el cucurucho. La copa helada, dice, debe ofrecer una experiencia única, en la que la temperatura de servicio, la elección de la copa y la cuchara adecuadas, la intervención del color, los aromas, la textura y la consistencia sean cruciales.
Desde 2013 es docente de la Carpigiani Gelato University.