Jérémie Runel está dispuesto a todo para renovar la tradicional copa helada francesa desde la filosofía del postre en plato, con sabores muy gastronómicos y combinaciones poco habituales: flor de azahar y dátiles Medjool; pomelo rosa y bayas de enebro; mango y curry Madras; piña, plátano y limón. Junto a dos amigos de la infancia ha fundado La Fabrique Givrée, una heladería que cuenta con grandes terrazas en sus tres locales franceses, repartidos en Lyon, Aubenas y Uzès.
Pese a que el formato copa helada es emblemático en esta heladería, Runel ha aprovechado bien su formación de base pastelera junto a grandes profesionales como Christophe Adam en su época en Fauchon; Gilles Marchal en el restaurante Bristol; y Frédéric Bau en Valrhona. Esto le ha permitido explorar presentaciones diferentes al helado a granel como la tarta helada, los tarros de cristal, las hamburguesas heladas y los sablés helados.