Un año más, Fernando Mira, al frente del negocio familiar Casa Mira Málaga, anuncia interesantes novedades para Navidad.

Pintura Natividad de Raúl Berzosa

Por un lado, como es habitual, ha creado una edición limitada de cajas con surtidos navideños, "en vez de 100, presentamos 200 porque cada vez tienen más demanda, hay mucha gente que las está coleccionando", afirma. En esta ocasión, añade, han sido ilustradas con la obra Natividad de Raúl Berzosa, "el pintor religioso más cotizado del mundo, pertenece al panteón de artistas del Vaticano".

Y, por otro lado, ha lanzado dos cajas de lata, "hemos decidido cambiar el soporte de la madera a la lata para que duren más", explica. Una está creada por Curro Claros y se inspira en la tradicional cerámica andaluza, y otra por Carlos Capella en la que aparece Gumersindo, personaje con el nombre real de un antiguo trabajador con el que se quiere rendir homenaje a todos los empleados que han pasado por la empresa durante sus 131 años. "Estas latas irán destinadas a potenciar la venta de nuestros mantecados de canela, roscos de vino y milhojas de naranja y turrón elaborados de manera artesanal, cocidos en horno de leña y envueltos manualmente en papel de seda e impresos en una imprenta de principios de siglo XX", argumenta.

Y aquí no acaban las acciones para esta temporada. Igual que en 2020, Mira reivindica los orígenes turroneros de su familia y va a destinar parte de la venta de su clásico turrón de yema tostada a la Fundación Olivares, que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los niños enfermos de cáncer.

Respecto a la campaña, reconoce que hay mucha competencia en Málaga. "Las grandes superficies la empezaron antes y ofrecen muchos formatos a los que los pequeños fabricantes no podemos acceder".  El antídoto lo tiene claro: "nosotros vivimos de la calidad. Por eso no escatimamos en elaborar lo que a mi entender es el mejor turrón".