Alain Chartier ha diseñado seis cajas temáticas de primavera para los amantes de la Bretaña francesa de los pasteles, los helados y el chocolate que no quieren renunciar a pequeños placeres gastronómicos en esta época de confinamiento.
Cada uno de estos kits está pensado para un tipo de público:
- Caja primavera: tartaletas de fresas, almendras Dulcey, tableta de chocolate con leche o con avellanas.
- Caja pastelería especial confinamiento: éclairs de chocolate o caramelo, pastel de chocolate, surtido de bombones de chocolate y tarro de crema de avellana para untar.
- Caja bretona: milhojas bretones (crema de vainilla, coulant de caramelo), tableta de chocolate con leche o chocolate negro, macarons pasteleros de Bretaña y lenguas de gato de chocolate con leche o chocolate negro con un interior de coulant de caramelo.
- Caja detox: tarrinas de mousse de chocolate con crema de lima, anisetes recubiertos de chocolate con leche sin azúcar, sorbete de fresas de Plougastel sin azúcar y tableta de chocolate blanco sin azúcar con vainas de vainilla de Magadascar.
- Caja de helados gourmets: tarros de 550 ml de helado de vainilla de Magadascar, coulant de caramelo y avellanas caramelizadas, de helado de caramelo con chips de caramelo y de helado de sorbete de fresas de Plougastel, cuatro tarros pequeños de helado de mango/yogur y barritas heladas de vainilla y coulant de caramelo.
- Caja de helados formato familia: 2,5 litros de helado o sorbete, 12 cornetos y cuatro barritas heladas de vainilla y coulant de caramelo.
Uno de los productos más demandados durante esta crisis del COVID-19 y que está incluiso en la caja bretona es el milhojas bretón, elaborado a base de hojaldre cujiente ligeramente caramelizado, crema pastelera de vainilla, un punto de caramelo a la flor de sal y cobertura en chocolate rubio.
Y para los que quieran descubrir cada mes los últimos lanzamiento heladeros de Chartier, sólo hay que suscribirse al servicio de cajas heladas. Un concepto innovador que permite degustar sabores clásicos como vainilla, chocolate, fresa o limón, pero también otros gustos más arriesgados como sidra de manzana.