Desde hace tres años, Carlo Guerriero lleva a cabo una potente campaña de otoño en La Cremería Gelato Italiano de Cádiz con la idea de concienciar a los clientes de que se puede disfrutar del helado todo el año, no solo en la temporada veraniega.

Como él mismo nos explica, cada semana proponen un sabor diferente en redes sociales, “sabores que hacemos en base a los ingredientes de temporada, a los productos que encontramos diariamente en el mercado”.

En sus propuestas encontramos la tarta Red velvet típica americana en forma de helado de queso brie, Philadelfia y mascarpone con bizcocho rojo al cacao y chocolate stracciatella, helado de chocolate negro al que llaman Fudge con caramelo y brownies caseros, la Torta della nonna hecha con helado de crema al mascarpone y huevo con masa quebrada y piñones de Conil de la Frontera, Cremino de helado de chocolate blanco y salsa de pistacho con capas de mousse al chocolate blanco, o la conocida tarta de manzana alemana Apfelstrudel, con salsa de canela, piñones, uva sultana y masa filo crujiente.

Y aquí no acaban sus creaciones. Durante estos meses, también se puede degustar en su establecimiento el Especial Cremeria, que consiste en un helado de pesto de pistacho molido a la piedra con crujiente de chocolate blanco y chips de pistachos frito en Aove, un helado de mantequilla salada de la quesería familiar de Córdoba Calaveruela con caramelo y hojaldre, y la tarta de gianduja con interior de helado de frambuesas. Y próximamente lanzará un clásico de todos los años, el helado de calabaza.