Hace nueve años que Massimo Pignata abrió en la calle Enric Granados de Barcelona Delacrem, una heladería que ha enamorado a los catalanes con su fórmula de máxima cremosidad y poco dulzor. Ahora el italiano da un paso más inaugurando un segundo obrador en Passeig de Sant Joan, 59.
En este nuevo local, mucho más amplio, centraliza la elaboración de los helados para los dos establecimientos y también dispone de espacio para la degustación.
Pignata reconoce que es como una especie de laboratorio con obrador a la vista, con más maquinaria (un horno para tostar frutos secos, un área para trabajar los productos sin gluten...), ideal para desarrollar nuevos sabores, como sorbete de albaricoque con romero, crema de anacardo vegana y crema de azafrán.