El heladero corso, Pierre Geronimi, da un nuevo paso en su estudiado plan de expansión con la esperada apertura de su cuarta boutique. Abrió, así, oficialmente el pasado 3 de diciembre en París una heladería con una decoración cálida y muy contemporánea, firmada por Natalina Rossi. La capital francesa se suma así a sus otras heladerías en Córcega, Grenoble y Mónaco.  

La heladería incluye también una amplia zona de cafetería y salón de té, un espacio en el que tendrá salida una oferta complementaria al producto estrella. De esta manera cubrirá otras franjas horarias a las habituales en la comercialización y consumo de helados con un gran surtido de productos dulces y salados, como cakes, financiers, confituras y una variada bollería para el brunch, una tendencia muy de moda a medio camino entre el desayuno y el almuerzo.

El brunch jugará un papel importante en la nueva heladería parisina.

También se podrá disfrutar de la carta habitual de helados y sorbetes, presentados en formatos muy abiertos, desde el típico granel a la copa helada, individuales, tarta helada, etcétera.

La apertura de la heladería en París significa todo un reto en la trayectoria de Pierre Geronimi, puesto que en los últimos años la capital francesa está siendo el centro de importantes aperturas e iniciativas heladeras. Trabaja con productos excelsos y con algunos de los grandes cocineros y pasteleros de Francia. Dos de sus más grandes pasiones en el helado es que “consigan emocionar y que sean recordados”.  

La carta es fruto de proceso de creación y degustación entre Geronimi y su equipo, con el fin de mejorar el producto. Ésta es una de las claves de la buena acogida que suelen tener sus creaciones heladas en un país exigente como Francia.