David Wesmaël va a reinterpretar este año grandes clásicos de la pastelería francesa en versión helada en La Glacerie Paris. La primera creación que ya se puede probar es el Paris Brest helado, una variación completamente nueva de esta popular tarta, cuyo nombre proviene de la carrera de ciclismo de 1.200 km que se realizó entre París y Brest en 1891. De ahí su forma representando la rueda de una bicicleta.
En estas versiones heladas, el heladero, con una dilatada trayectoria también dedicada a la formación en pastelería, respetará los principales códigos (composiciones y formas) de los clásicos, aunque modificará los sabores y las texturas mediantes técnicas heladeras, combinando helados, sorbetes, bizcochos adaptados al frío, parfaits, mousses helados, e incluso confituras de frutas, caramelos y pralinés crujientes.
Su experiencia en el asesoramiento para la industria alimentaria y al pequeño artesano le ha dado una visión muy meditada sobre las necesidades del mercado y del cliente final, tal como demuestra con este tipo de lanzamientos.