El pasado 17 de julio echó a andar un espacio singular en Cangas del Narcea (Asturias), Le Llamber Manín Sucre. Un proyecto que cuenta con un equipo de jóvenes profesionales al frente formado por el gerente Alan García, y en el obrador Pelayo Muñiz e Iván Vázquez. Un establecimiento que irá basculando entre la pastelería y la heladería para poder abrir todo el año. Así, mientras en verano apostará por la heladería, en invierno se decantará más por la bombonería, mermeladas, cremas untables y panettones. Tanto Muñiz como Vázquez realizan indistintamente la producción de la parte pastelera como de la heladera de la oferta.

La heladería nace bajo el paraguas de la Panadería Manín de la misma localidad, y busca su identidad artesana en dos tradiciones, la francesa y la asturiana. Precisamente el nombre surge de la fusión de esas dos tradiciones. El título del establecimiento comienza y acaba con términos franceses, desde el artículo “Le” al principio, a la voz “Sucre” del final. El vocablo “Llamber” alude a la lengua astur, de Asturias, y significa pasar la lengua por algo o alguien o saborear algo dulce.

Tal y como explica Iván Vázquez, en el banco de exposición de carapinas se presentan 10 helados. Algunos de los más representativos son el Citricum, el helado de calamansí con virutas de chocolate negro 72% y naranja confitada, y Nocinarcea, un helado de avellana asturiana y chocolate “que quiere simular a una gianduja pero con personalidad asturiana, marcada por las avellanas de Cangas de Narcea. Esta combinación entre estos dos sabores también la utilizamos en nuestra crema de untar que vendemos en la tienda”. Citricum, en cambio, es un original helado de calamansí, “con naranja y un toque de limón”, matiza. 

Le Llamber Manín Sucre apostará por la temporalidad del producto local, pero los responsables tienen claro también que no quieren caer en dogmatismos, y también incluirán fruta y productos de otros lugares. La idea es trabajar con una oferta reducida y selecta de helados, en la que “8 o 9 helados son de sabores tradicionales y 1 o 2 más en los que iremos jugando con propuestas menos convencionales para que el público no se aburra”, asegura Vázquez. Vale la pena destacar que, por el momento, en Le Llamber Manín Sucre no elaborarán sorbetes.