Semiesferas con acabados bien trabajados, tartas heladas con escudillados imposibles estilo Christophe Michalak, divertidas decoraciones pasteleras, son los primeros síntomas de la llegada de la primavera en las heladerías francesas de Pierre Geronimi. El preciosismo de las creaciones de este heladero se abre paso a través de creaciones como la semiesfera Bogue Glacée, una crema helada de vainilla, harina de castaña, chocolate caramelizado, pétalos de caramelo y un pequeño marron glacé; originales Cheese cakes de mango; y las tartas de limón spéculoos. Pero no sólo el preciosismo está de actualidad en Geronimi, también un estilo que se diversifica a cada nuevo paso que da en la pastelería helada.
Geronimi trabaja con productos excelsos y con algunos de los grandes cocineros y pasteleros de Francia. En la actualidad posee tres heladerías, situadas en Mónaco, Córcega (Sagone) y Grenoble (Seyssin). Ha sabido rodearse de un grupo de heladeros y pasteleros jóvenes que está dando un nuevo impulso a cada uno de estos puntos de venta, adaptando la oferta a las demandas de la zona. No en vano estos jóvenes han sabido ajustar las especialidades de la heladería originaria de Córcega a la sofisticación de la clientela de Mónaco, donde se encuentra la heladería que abrió sus puertas más recientemente. Además de sus típicas tartaletas heladas, en todos los establecimientos trabaja macarons helados, vacherins y bombones helados, entre otras elaboraciones.