El sector de la cocina está de luto. Este 31 de enero ha fallecido Benoît Violier, uno de los grandes cocineros del panorama internacional merced a su labor como jefe de cocina del restaurante del Hotel de Ville de Crissier, el mismo emblemático establecimiento en el que deslumbraron Frédy Girardet y Philippe Rochat.
Según ha dado a conocer la policía, Violier, de 44 años, apareció muerto en su domicilio tras presuntamente haberse quitado la vida con una pistola. Un trágico final a una prometedora carrera. De hecho, tras convertirse en jefe de cocina del restaurante en 2012 había acumulado menciones de gran mérito como el premio al cocinero del año 2013 en la edición suiza de Gault et Millau, el primer puesto en el ranking La Liste de 2015, o un puesto entre los 10 mejores chefs del mundo según el ranking de la revista Le Chef.
Antes de llegar a las cocinas del restaurante de Crissier en 1996 a las órdenes de Girardet, este chef nacido en Saintes (oeste de Francia) acumuló experiencia en grandes restaurantes y pastelerías francesas como Lenôtre o Le Ritz, y aprendiendo junto a figuras de la talla de Joël Robuchon, Bruno Gricourt, o Perre Hermé.
Tal y como nos comentaba recientemente durante un artículo en So Good magazine, siempre quiso ser cocinero, “incluso cuando aún no era consciente de los esfuerzos que esa decisión comportaba. Pero cuando te apasiona algo, solo ambicionas una cosa: lograr dominar la excelencia”.
Descansa en paz, maestro.