Francisco Javier Ruiz, del restaurante La Jamada de Arrabal en Burgos, con su tapa “Pollo escalmendrado”, ha ganado la decimoquinta edición del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid, celebrada 4 y 5 de noviembre. Un certamen que sigue consolidándose y que este año ha proclamado como subcampeones a Chema Soler, de Street Food By Chema Soler en Gandía (Valencia), por "Canelón de fideuá crujiente con espuma de carabineros", y a Oriol Carbonell, de Els Jardins del Retiro, en Sitges (Cataluña) por “Tom Jones”. Los accésits han sido para Carlos Dávalos (tapa más tradicional), Toño Rodríguez (tapa más vanguardista) y Adrián Merenciano (mejor concepto de tapa).

Un día después, el 6 de noviembre, tuvo lugar la tercera edición del Campeonato Mundial de Tapas. Pascal Etcheverria, del Hotel Villa Koegui del Restaurant Le Carré de Bayona (Francia) se alzó con el premio por su tapa "Mejilla de res, zanahorias, paté de pato y maracuyá". Importante reseñar el trabajo de Luis Antonio Carcas, ganador del campeonato nacional en 2018, que ha quedado subcampeón junto con Jesseca Naldo, de The Sunset Bar de Manila (Filipinas).

“Norwegian Sea Glaced Oyster Pearl”, de Havard Werkland (Noruega), ha sido distinguida con el accésit a la tapa más vanguardista; "Taco de carne seca rellena de cerdo ahumado", de Juan Emilio Villaseñor (México), con el de tapa más tradicional, y "Squid ink rice crisp, red prawn tartar, pimentón aroli, chive, yuzu", de Dane Blom (Estados Unidos) con el de mejor concepto de tapa.

Tanto en la gala de clausura, como a lo largo de los tres días de competición, la internacionalización del evento y de la tapa han sido destacadas por parte de varias personalidades. En esta línea, el presidente del jurado del campeonato mundial, Carles Abellán, se ha declarado "sorprendido por la calidad de las creaciones y de los participantes, pero, sin duda, lo que más sorpresa me causa es tener un mundial como éste, en Valladolid, con participantes de nada menos que 16 países de todo el mundo. Me parece una aportación espectacular y una gran manera de internacionalizar el concepto de la tapa, sin duda nuestra gran riqueza y nuestra mayor identidad gastronómica".