Pese a que no procede de una familia pastelera, a Blanca Roldán empezó a gustarle este oficio de pequeña, cuando elaboraba sus primeras tartas con su madre. Cuando estudiaba en la escuela ya buscaba formación en pastelería y, como ninguna extraescolar contemplaba esta materia, a partir de los 12 años su madre la acompañaba a sus primeros cursos. Una vocación temprana que continuó a los 15 años con monográficos en la Escuela Hofmann.
Debido a la presión familiar, decidió iniciar la carrera de Publicidad, la cual combinaba con sus estudios de pastelería en Hofmann. El siguiente paso fue un posgrado en Escaparatismo. Sin embargo, decidió modificar el rumbo de su carrera para centrase exclusivamente en pastelería en la École Nationale Supérieure de Pâtisserie.
En 2022 abrió La Casa Blanca, una pastelería femenina y familiar en Castelldefels (Barcelona) que tiene como emblema el brazo gitano de estilo japonés.