Hijo del influyente maestro chocolatero Antoni Escribà, es propietario de las conocidas pastelerías Escribà de Barcelona. Christian es uno de los máximos exponentes de la pastelería espectáculo para grandes eventos, y defensor de utilizar la pastelería como transmisora de emociones. Nunca dice no a un encargo, por más que parezca imposible su realización. Pasteles que explotan, montajes con infinidad de brochetas de todo tipo, anillos de caramelo que se venden en las mejores tiendas del mundo y mucho más sale de las manos de este profesional. También colabora con museos de arte contemporáneo y participa en congresos gastronómicos.