María Evans ha desarrollado una intensa y brillante trayectoria en Venezuela, vinculando la pastelería de base europea con los mejores ingredientes locales, y poniendo el cacao venezolano en el centro de su discurso en la pastelería y aula Azú en Caracas.
Desde niña se sintió atraída por la pastelería y el bizcocho recién horneado que preparaba su tía. Como para su familia no era una opción dedicarse a este oficio, estudió la carrera de Ingeniería en Sistemas, aunque paralelamente siguió elaborando y vendiendo diferentes dulces. En 2014 se mudó a Madrid para estudiar el programa completo de pastelería en Le Cordon Bleu, en 2016 regresó a su país y se dio cuenta de que existía un vacío de empresas de catering. Empezó a recibir encargos para hacer mesas dulces en eventos, bodas y conferencias, y en 2017 abrió su primer centro de producción de apenas 60 m2.
