Víctor Araque procede de una familia humilde de pasteleros y panaderos de Bogotá. Con cuatro años, se mudó con sus padres a Caracas (Venezuela) y a muy temprana edad empezó a ayudarles en el negocio. Con 17 años volvió a Colombia y trabajó como ayudante de pastelería, y con solo 19 se incorporó como asesor técnico en una multinacional del sector. En el 2015 abrió su Academia de Pastelería, donde contribuye a formar a cientos de profesionales de toda Hispanoamérica y a divulgar las bondades del oficio en la sociedad colombiana.
Su hijo de 11 años -conocido popularmente como Samuel Pastelerito- es una celebridad en el país. A los 3 años, acompañaba a su padre en sus formaciones fuera de casa. A partir de ahí, empezaron los programas de televisión e incluso tiene una pastelería propia.