Año a año, el helado demuestra que no pierde su cuota de protagonismo en los lanzamientos veraniegos del maestro pastelero, Christophe Adam. En perspectiva y en esencia, a los éclairs helados de 2014 le siguieron los divertidos Chouger Glacé del año pasado. Ahora llega una nueva versión helada de otro producto que forma parte del surtido habitual de sus boutiques L’Éclair de Génie, repartidas por todo el mundo. Responde al nombre de Barlette Glacée y es, de nuevo, una deliciosa fórmula que combina creatividad y sentido comercial.
Las sofisticadas tiendas L’Éclair de Génie son el marco en el que el pastelero francés, Christophe Adam, reinterpreta una especialidad muy autóctona francesa, el éclair. Colores, formatos y combinaciones de sabores lo transforman en un producto de vanguardia, de la mano de uno de los pasteleros más galácticos del momento.
El interés de Christophe Adam por la heladería no es fruto de un día. En sus boutiques de París, Francia, Japón, China (Hong Kong) e Italia, el helado gana relevancia con la llegada del buen tiempo. En la línea creativa de L’Éclair de Génie hay que leer sus lanzamientos heladeros de los últimos años. En este terreno, algunos de sus éxitos más conocidos y reconocidos han sido los éclairs helados de 2014, una combinación de crema helada y coulis que vestían la pasta choux en declinaciones de sabores como pistacho-fresa, vainilla-pecan, chocolate-praliné, caramelo-mantequilla salada y pasión-frambuesa. En esta dirección, en 2016 da otro paso importante con el Chouger Glacé, el nuevo invento helado de Christophe Adam. Se trataba de una mezcla de chou y burger en versión helada en seis originales combinaciones: pasión-frambuesa, vainilla-nuez de Pecán, chocolate-brownie, limón-yuzu, caramelo-flor de sal y pistacho-choco.
Este año, lo nuevo se llama Barlette Glacée y vuelve a estar inspirado en una de las elaboraciones habituales de sus tiendas, las barlettes fruitées. Adam propone 4 variedades: caramelo-cacahuete, pasión-frambuesa, Pecán-vainilla, chocolate y avellanas. La fórmula no varía en exceso entre una y la otra porque es una apuesta segura. Es, en esencia, pasta sucré de avellana, coulis, helado o sorbete y un baño denso con o sin tropezones, que cubre la totalidad de la pieza en forma de bastón. Y precisamente este baño denso por inmersión es el que aporta personalidad, elegancia y color a estas elaboraciones. El choque térmico que provoca la drástica diferencia de grados centígrados entre la barlette congelada (con 1 hora en el congelador) y el baño a 40ºC da como resultado un “encapsulamiento” con un efecto interesante en la pieza. Es la tarjeta de presentación de sus nuevas Barlette Glacée.
Barlette glacée caramelo cacahuete.
Se compone de pâte sucrée de avellanas (250 g), cobertura con leche (100 g), coulis de caramelo (200 g), helado de caramelo (1.000 g), chouchou (crujiente a base de caramelo y cacahuetes tostados, 600 g) y baño de leche (450 g).
Barlette glacée pasión frambuesa.
Compuesto de pâte sucrée de avellanas (250 g), cobertura blanca (100 g), coulis de frambuesa (360 g), sorbete de frambuesa (1.000 g), frambuesas liofilizadas (20 g), baño rosa (450 g), y 30 g de crispy de frambuesas Sosa (30 g).
Barlette glacée vainilla Pecán.
Pâte sucrée de avellanas (250 g), cobertura blanca (100 g), praliné de Pecán (300 g), helado de vainilla (1.000 g), nueces de Pecán enteras y tostadas (100 g) y baño de vainilla (450 g).
Barlette glacée chocolate avellanas.
Pâte sucrée de avellanas (250 g), cobertura negra (100 g), praliné de almendra (300 g), praliné feuilletine (270 g), helado de chocolate y avellana (1.000 g), arroz inflado y bañado (100 g), baño negro (450 g) y grué de cacao.