En Kurimu, heladería de Takashi Ochiai, además de helados artesanales de tradición italiana e inspiración japonesa, se pueden degustar otras originales elaboraciones.

Entre ellas, un batido de té verde matcha con una bola de helado de sésamo negro, y es que el batido es uno de los productos que no para de ganar protagonismo en este espacio.

Para los amantes de la repostería nipona, Kurimu propone el meronpan, un pequeño brioche que juega con el contraste de la textura crujiente de su corteza de galleta de mantequilla y el interior esponjoso masa de pan. Y como postre divertido, destacamos las 'truchas' elaboradas con dorayaki y rellenas de mochi.