La cadena de helados de origen italiano, con 20 años de historia, es un caso de éxito que cuenta con 25 establecimientos en España y 200 a nivel internacional, repartidos en 16 países.
Su fundación se remonta a 2002, cuando Cristiano Sereni y Paolo Benassi inauguraron la primera boutique Amorino en el corazón de París, concretamente en Ille Saint-Louis. Cuatro años más tarde, en 2006, se inició la expansión de la red de franquicias, llegando progresivamente a 90 puntos de venta en toda Francia. En 2008, los dos amigos de la infancia escogieron Barcelona para inaugurar la primera tienda internacional de la marca. A esta apertura le siguieron otras en Nueva York, Reino Unido, Alemania, etc. Actualmente, opera en 16 mercados internacionales, de cuatro continentes, donde vende 12 conos de helado por minuto y 3.5 millones de macarons rellenos de su tradicional gelato al año. Respecto a nuestro país, se ha marcado como plan estratégico llegar a aquellas zonas claves para el comercio y el turismo en las que aún no tiene presencia.
¿Pero cuál es la clave de su popularidad? Uno de sus elementos característicos es la presentación del helado en forma de flor, disponible en 36 sabores distintos como vainilla Bourbon de Madagascar, pistacho Mawandi o su famoso chocolate con avellana, el denominado “inigualable”. Su carta se renueva periódicamente, introduciendo ediciones limitadas como el helado Yuzu, Calamnsi, Bergamot, Sudashi, Almendra Bio, etc. Además, da mucha importancia a la materia prima. Cada ingrediente es seleccionado por su origen y época de recolecta idónea y su helado está elaborado exclusivamente con huevos BIO de gallinas de corral y leche fresca de la mejor calidad, sin añadir aromas ni colorantes artificiales.
Para celebrar estos 20 años, Amorino ha lanzado un sabor emblemático y de edición limitada: l’Amarenata, en formatos cucurucho y macaron relleno de helado. Así, la compañía rinde homenaje y da un giro moderno a la clásica receta con cereza Amarena italiana, de color oscuro y con un ligero toque ácido. Esta propuesta, disponible hasta mediados de julio, combina la frescura del gelato con jugosas cerezas, “fior di latte” y chips de avellana caramelizada.