Hace años que José Manuel Miquel Bravo tenía en mente renovar la imagen de la heladería de su familia, Xixohelat, con más de 70 años de historia. En la pandemia empezó a dar vueltas a este cambio, pero fue en 2023 cuando empezó a trabajar en el logotipo y todo lo referente a la impresión gráfica. “El cambio de imagen, de marca y de local es una apuesta que decidimos hacer mi hermana y yo porque veíamos algunas carencias. Cuando hicimos la otra marca todavía no teníamos asentadas las bases de lo que éramos nosotros. Y después de tantos años de estudio y de desarrollo, estoy intentando mejorarlo todo, incluida la imagen”, nos explica.
El objetivo era encontrar una marca en sintonía con la gran calidad de su helado. Y es que José Manuel invierte mucho tiempo en buscar las mejores materias primas, los mejores procesos de elaboración y en intentar entender cada ingrediente “para sacarle el máximo partido a su sabor y a su comportamiento. Y todo ese trabajo se tiene que reflejar en la experiencia gastronómica al visitar el establecimiento”, añade.
En este proceso, el chef tenía claro que el local tenía que combinar tradición y actualidad. Por eso, se han conservado algunas cosas antiguas que hacen referencia a la larga historia del negocio, pero también se ha apostado por modificar el nombre. “Xixohelat no es muy comercial a nivel nacional. Helanatura es más comercial, más fácil de entender y refleja nuestra esencia de naturalidad y de trabajo”, comenta.
A nivel de interiorismo, en Helanatura hay mucha madera, que representa esa naturalidad, y toques de hierro de forma industrial. Respecto a la oferta de productos, se han hecho algunos cambios. “Hemos querido promocionar el espacio de cafetería, siguiendo el estilo centroeuropeo, encima de la barra y con distintos tamaños para que tenga mucha visibilidad".
"También se ha trabajado en la heladería de impulso. Hemos ampliado la oferta de bombonería, polos y sándwiches para tener esa venta de impulso que tanto nos gusta y que el cliente demanda. Las tartas siguen siendo protagonistas, siempre con alguna novedad como la tarta de queso al horno o la tarta de praliné y chocolate. A los helados, simplemente, les hemos subido la potencia de sabor, trabajando más en formulación”, concluye.