Marc Piqué abrió oficialmente el pasado sábado 4 de junio la Heladería Cal Siquet, junto al conocido restaurante familiar de cocina marinera de Roda de Berà, del mismo nombre. La nómina de creaciones del Subcampeón del Mundo de Heladería es muy continuista con la filosofía de helados que se ofrecían en el restaurante, basada en sabores fácilmente identificables, muy comerciales, con un gran producto. Sin embargo, reconoce Piqué, la carta es mucho más amplia, y sobre todo sube peldaños en elegancia y acabados en formatos como las tres copas heladas que ofrece, 6-7 individuales, 4-5 vasitos, tres tartas heladas, varios bombones helados y finalmente 5 helados tipo calippo. ¿Pero cómo puede ser viable una oferta de esta envergadura en una heladería? “Intentamos simplificar el trabajo en el pase con una buena mise en place. Es decir con un buen trabajo previo tan sólo es necesario ensamblar y si esto se hace bien es posible montar una copa helada de varios componentes en apenas 20 segundos”, afirma.
Para hacer frente a la producción de la nueva heladería, Marc Piqué ha vuelto a formar tándem con la pastelera Cristina Puig, quien en temporadas pasadas le ha ayudado con la carta de postres y helados del Restaurante Cal Sisquet. Tal y como explica Piqué, con la nueva heladería “hemos creado expectativa. Los clientes ven que lo que hacemos es espectacular, que no tiene nada que ver con lo que conocen. Estoy haciendo copas que realmente puedo servir, que son vendibles. Tengo preparadas 20 copas de cada una de las tres referencias, que voy reponiendo para disponer siempre de existencias”. “El balance de estos primeros días de apertura es inmejorable porque la respuesta de la clientela a nivel visual es un espectáculo. Y a nivel gustativo están alucinando”, asegura. Cristina Puig, por su parte, sostiene que “estamos haciendo clientes nuevos, que hasta ahora paseaban por aquí pero no llegaban a entrar al restaurante, que eran itinerantes".
Pese a que las recetas se mueven siempre en sabores clásicos y comerciales, Piqué introduce numerosos elementos pasteleros que permiten presentar diferentes texturas. Esto significa que en todos los registros, desde las tartas heladas, a los individuales, pasando por los vasitos y las copas, se pueden encontrar combinaciones entre cremosos, gelatinas, crumbles, bizcochos esponja, atractivos baños con llamativos colores, helados y sorbetes.