Jóvenes, incondicionales de la artesanía y la naturalidad, que invierten en investigación y formación. Es el perfil heladero que se ha dejado cautivar por la fórmula renovada de la MIG, que celebró su última edición los pasados días 23, 24 y 25 de noviembre en Longarone, y que apuesta por revalorizar aún más el helado artesano, la calidad, la excelencia y la naturalidad.
“El sentimiento que se desprende de los asistentes en la MIG es muy positivo. Los heladeros han apreciado la nueva atención prestada al producto artesano en sentido estricto, a la naturalidad, a la cadena de suministro muy corta, a la sostenibilidad. Y esto nos anima a insistir en este camino. También porque hemos visto surgir una nueva generación de heladeros”, afirma Michele Dal Farra, presidente de Longarone Fiere Dolomiti Michele Dal Farra. Y es que de los chefs que han participado en la MIG, el 52% tiene entre 21 y 35 años, y el 6% es menor de 20 años. “Hablando con estos jóvenes, me confirmaron que la mayor parte de las inversiones que realizan no se refieren tanto a los locales o las heladerías, sino a cursos de formación e innovación. Y por eso están muy contentos de haber encontrado un hogar en la MIG”, prosigue.
La feria, además, sirvió para profundizar en las propiedades nutricionales del helado a través de un congreso organizado por Adi (Asociación Italiana de Dietética y Nutrición Clínica), en el que se hizo hincapié en los beneficios que este alimento puede tener en los enfermos de alzhéimer o diabéticos, siempre que sea un helado 100% artesano.
A nivel de competiciones, la MIG fue un año más el escenario de la emblemática Coppa d’Oro, que este año recayó en Vanessa Piantari. que también se llevó el trofeo a la mejor heladera menor de 32 años. Propietaria de Al primo bacio de Camponogara (Venecia), convenció al jurado con un helado de pistacho tradicional partiendo de los frutos secos de la planta más típica de Bronte. “El helado es un producto alimentario vivo, resultado no sólo de la correcta dosificación de los ingredientes, sino también de la investigación y la experimentación día tras día. Y Longarone Fiere lo está potenciando de la manera adecuada”, asegura Piantari.
Pero la Coppa d’Oro no fue el único concurso que se llevó a cabo en la MIG. El salón también acogió un certamen dedicado a la granita siciliana que ganó Chiara Saffioti, colaboradora de Arte Heladero, y la ruta de sabores, en la que 24 maestros heladeros italianos e internacionales presentaron helados originales inspirados en su territorio. En este caso, el primer clasificado fue Luca Panozzo que creó una crema de limón.