La primera edición del nuevo modelo de campeonato de España de heladería, MMAHE (Mejor Maestro Artesano Heladero de España), ha quedado desierta. Tras tres días de esta competición, organizada por Anhcea, ninguno de los siete aspirantes ha logrado el codiciado título. Si bien el canario Alfredo Marrero (Relieve) ha quedado muy cerca, apenas a cinco puntos, insuficiente para alcanzar el 80% de nota de corte. 

Dejarla desierta ha sido una decisión valiente que preserva el prestigio que debe tener una competición de esta índole. En opinión del presidente del jurado, Albert Roca, no hay que interpretar este resultado en clave negativa. "Es triste no premiar con el título a ninguno de los candidatos. Se han esforzado lo indecible y en algunos casos han experimentado una evolución muy positiva. Pero se ha tomado esta dura decisión en beneficio de un título que debe estar reservado a los que lleguen a este nivel de exigencia para asegurar que solo se premiará la excelencia", argumenta. "Con el MMAHE queremos marcar un nuevo paradigma de competición", sentencia.

Albert Roca presidente del jurado del MMAHEDos de los errores más habituales han sido la falta de una adecuada espatulabilidad y el punto de fusión de los trabajos. Así, los diferentes componentes de las creaciones no han tenido una textura de corte correcta a una determinada temperatura de servicio. Algunos productos han quedado muy duros, otros demasiado blandos o derretidos. Son aspectos que no hubiesen ocurrido si se hubiera trabajado más en la formulación durante el concurso. Otro de los puntos más flojos ha sido la decoración de las tartas heladas y las cubetas, así como los interiores, demasiado sencillos.

Si se ha dejado desierto es porque ha faltado la regularidad que marca la diferencia, comenta otro de los jurados, Adolfo Romero. Un argumento con el que no podemos estar más de acuerdo, sobre todo cuando uno de los máximos objetivos del MMAHE es el de dar todo el prestigio posible al profesional de la heladería. Desde su primera edición en 2011 este campeonato no ha dejado de coronar a grandes heladeros y podría ser una tentación pensar que si ahora se declara desierto es una mala noticia.

Nada más lejos de la realidad. Es un “desierto” lleno de esperanza, porque el jurado ha sido capaz de blindar el reconocimiento que debe tener el MMAHE por encima de cualquier condicionante. Porque ya no se trata de ser el mejor, sino de sentar las bases para que el estándar de calidad sea la prioridad, independientemente del número de profesionales que lo logren. Por tanto, un desierto que encierra optimismo porque demuestra que se puede dejar en suspenso un certamen en su primer año de realización a cambio de una promesa, la de continuar construyendo un sector a través de la máxima competición nacional.

Los candidatos fueron Eulalia Sirvent de Xixovic (Vic, Barcelona), Carolina Ferreira de Casa del Gelato (Tarifa, Cádiz), Alfredo Marrero de Relieve (Tenerife), Fernando Alberdi de Dona Doni (Guetaria, Guipúzcoa), Carlos Rojas del restaurante Mont Bar (Barcelona), José Pablo Ambrosio de Il Piamonte (Córdoba) y Jesús Valdés de Diego Verdú (Oviedo, Asturias).

Prticipantes y jurado del MMAHE