San Telesforo, que abrió sus puertas en Toledo en el año 1806, está ligado al dulce emblemático de la ciudad, el mazapán. Sin embargo, en su obrador se preparan muchas otras elaboraciones de confitería y pastelería.

Hace años, el negocio dio un paso adelante y convirtió muchos de sus éxitos pasteleros en helados artesanos hechos a partir de materias primas de proximidad, leche entera, nata con un 35% de materia grasa y azúcares.

Selva Negra, Vainilla con brownie, Caramelo de violeta, Tarta de queso, cookies y el popular Milhojas de fresa son algunos de los helados que se incluyen en su carta. Obviamente, su gran especialidad, el mazapán, también se sirve en formato bajo cero, en nada menos que tres versiones: helado de mazapán a base de lácteos, helado de mazapán a base de lácteos pero sin azúcares añadidos, y sorbete de mazapán donde solo se incorpora proteína láctea para conseguir una buena textura, pero que no lleva leche ni nata. Por si esto fuera poco, San Telesforo está trabajando actualmente con Luis Luque (Premio Arte Heladero al Mejor Trabajo Fin de Estudios 2023 en torno al helado vegano) “en un helado con su base de mix vegetal y perfil graso que da buena textura y que él ha analizado en profundidad”, nos explica su gerente, Juan Manuel Albelda.

La empresa familiar defiende que el helado es un elemento que no puede faltar en una cocina creativa, ya que no solo aporta una excelente presentación visual, sino también contraste en cuanto a colores, sabores y texturas. Por este motivo, ha encargado al chef Sebastian Simon la confección de un recetario de 10 platos con helado que se pueden pedir a domicilio. Carpaccio de ternera con helado de café, Solomillo de cerdo con calabaza asada y helado de mazapán sin azúcar y Migas con chocolate, chorizo y helado de yogur con frutos rojos son algunas de sus propuestas.