Llevaba tiempo tras la ambiciosa idea de proclamarse campeona de Francia de escultura de hielo en el país donde esta disciplina está más arraigada. La última vez fue hace apenas dos años con una segunda plaza en el Campeonato de Francia de 2015, en la escuela de hostelería del Lycée Hôtelier de La Guerche (La Guerche-de-Bretagne). Ayer Verónica Bustamante hacía realidad este sueño en el Campeonato de Francia de Escultura de Hielo, celebrado en Serbotel, Nantes. Es la primera vez que un candidato de origen español logra llegar a lo más alto en esta materia tan vinculada a la heladería en el país galo. Ha conseguido este hito en un evento que tenía como tema “Historias Marítimas de la desembocadura del río Loire en el Atlántico”

La segunda plaza del Campeonato fue a parar a Emilie Paris y la tercera a David Alves. Asimismo, el jurado estuvo compuesto por grandes profesionales, como los MOF heladeros (Meilleurs Ouvriers de France Glacier) Jean-Claude David, Stéphane Augé, Elie Cazaussus (Campeón del Mundo de Heladería), y otros como Bernard Leprince (MOF), Hervé Dartois y Christophe Bouret (Campeón del Mundo de Heladería). 

Bustamante, delegada de las publicaciones Arte Heladero y so good magazine se ha inspirado en las duras historias de los marineros gallegos, que cuando se iban a faenar al mar no sabían si volverían a ver a la familia. La pieza representa la figura de un marinero del siglo XIX, con barca y mástil en la mano, en una escena más amplia que incluye también a la mujer y a la hija despidiéndose de él. El atuendo del protagonista de la pieza tiene como referente al de los pescadores bretones, tanto en el particular gorro que cubre la zona de la nuca, como los anchos chubasquero y pantalones. Y es que, tal y como detalla Bustamante, es una vestimenta muy parecida a la de los marineros gallegos. 

La pieza ganadora de Verónica Bustamante.

“La elección del dibujo siempre es difícil porque me tiene que inspirar o despertar algún sentimiento. Se me pasó por la cabeza hacer un barco con el movimiento de las olas, pero me motivó más la idea de hablar de los pescadores y sus familias, que tanto en la región de Nantes, como en Bretaña o Galicia, vivían en condiciones muy duras (frío, lluvia, trabajo, riesgo de accidente...)”, relata. Bustamante también explica cómo su historia familiar se entremezcla con el tema del certamen: “mi padre fue marino y viajaba mucho, durante meses, para ir a pescar bacalaos a Terranova y mi abuela era gallega. Esta pieza de hielo es, en el fondo, la historia de mis orígenes, que los he adaptado a las obras de arte y las historias duras que todos conocemos”.

Los candidatos tenían 3 horas para realizar su escultura y debían partir de dos bloques de hielo de 50x25 cm. La escena de la ganadora tenía 1,70 metros, gracias a la unión de los bloques y el pegado de recortes. Pese al gran nivel de esta edición, el jurado ha valorado el tallado de las caras, así como la dificultad del conjunto de la pieza de Bustamante, una escena en la que los tres personajes se han trabajado desde ángulos distintos y dirigen su mirada hacia direcciones diferentes. También se ha tenido en consideración que mientras tallaba se ha visto más experiencia, “se notaba que tenía el dibujo en mi cabeza y sabía dónde tenía que cortar. El mero hecho de no dudar en el tallado y no rascar el bloque de hielo son aspectos que han obtenido buenas puntuaciones”, asegura. 

La campeona tras la entrega de la medalla con su marido, el MOF Glacier Gérard Taurin. Posan junto a Fabrice Prochasson, presidente de la Académie Culinarie de France.