La pastelería vuelve a tener un papel clave en una película: Adam, la ópera prima de Maryam Touzani, directora, guionista y actriz de Tánger. El film, que se estrenó en cines en España el pasado 6 de noviembre, cuenta la historia de Abla, viuda y madre de una niña de ocho años, que regenta una modesta tienda de repostería tradicional marroquí en la Medina de Casablanca (Marruecos), y Samia, una joven embarazada que llama a su puerta buscando trabajo y un techo donde dormir.
Esta conmovedora y femenina película, que se presentó en 2019 en la sección oficial de Un Certain Regard del Festival de Cannes y en la Seminci de Valladolid, fue seleccionada en los Oscars 2020 como mejor película de habla no inglesa.
Centrándonos en el ámbito pastelero, Touzani explica que ha querido incluir en la película la receta de la rziza porque “crecí comiendo rziza, una antigua repostería tradicional hecha a mano de una manera muy laboriosa. Hoy en día apenas se encuentran excepto durante el ramadán y fabricada de manera industrial. Para mí, traer la rziza a esta película es una forma de rendirle homenaje y de rendir homenaje a todas esas cosas que constituyen nuestra identidad y que estamos poco a poco perdiendo. La rziza es también para mí una manera de detenerme en cosas que considero importantes, de no tener miedo de tomarme el tiempo necesario”. Asimismo, añade que “Adam es una película de ambientes, de sensaciones, donde se entra por la imagen y el sonido en el cuerpo de estas dos mujeres, de la misma manera que sus manos se mezclan amasando. El trabajo de amasar la pasta es algo que he elegido para filmar de una manera orgánica, sensual, casi carnal, porque para mí es parte integrante de los personajes. La alimentación y su preparación son un elemento clave del encuentro entre estas tres generaciones de mujeres”.