Desde el reciente y polémico anuncio de Ryanair de cobrar 8 euros a los pasajeros que suban ensaimadas al avión, la Asociación de Panaderos y Pasteleros de las Islas Baleares se ha mostrado preocupada por la incidencia que puede tener esa medida en los turistas que lleguen a las Islas y que eviten la compra del clásico souvenir ante la incertidumbre del sobrepago posterior. De hecho la Asociación se ha puesto en contacto con AENA para pedir “que facilite a los viajeros el libre transporte de las ensaimadas”. También se ha quejado por lo excesivamente restrictivas que resultan las dimensiones del equipaje de mano permitido (56x45x25 cm) con un solo bulto. El principal argumento esgrimido y publicado en el Diario de Mallorca por parte de los profesionales baleares es que “la ensaimada es el souvenir más característico de Mallorca y las cajas octogonales en que se venden son la señal inequívoca de la procedencia del viajero” convirtiéndose en una promoción de la isla. La petición a AENA insiste sobre todo en la necesidad de realizar esta salvedad en el equipaje de mano al menos en la época estival. El 60% del consumo de ensaimadas de Baleares está realizado por turistas.