Solo quedan dos meses para la celebración de la Gelato European Cup, ronda de eliminación donde se escogerán los equipos europeos que participarán en la Copa del Mundo de Heladería 2024.  El combinado español, creado por Adolfo Romero y Pepe Isla, ya se está preparando para estar a la altura de la competición y sorprender al jurado.

Según nos explica Yon Gallardo, delegado del equipo, la mejor baza para superar esta eliminatoria es “la experiencia en competición de todos los componentes. Saben manejar los nervios, son grandes profesionales y dominan mucho cada área en las que están especializados. En el grupo de WhatsApp, cada conversación es oro puro en sabiduría e ingenio. Juntar a personas así es una maravilla”. Aunque también hay muchos aspectos a mejorar, apunta. “En primer lugar, se puede mejorar en presupuesto, cuesta conseguir dinero. Estoy enormemente agradecido a los patrocinadores que tenemos hasta ahora, pero de cara al mundial necesitamos mucho más. Al final, tener un presupuesto fuerte abre las puertas a poder hacer cosas grandes. Solo hay que ver el excelente trabajo de Lluc Crusellas en el World Chocolate Masters, ha sido todo impecable e impresionante. En segundo lugar, tenemos agendas muy apretadas y echo de menos más tiempo para poder dedicar a la competición”.

Yon Gallardo, delegado del equipo españolPara lograr el éxito, cada prueba requiere una preparación. El problema, asegura, es que el reglamento lo han recibido hace poco y no hay un timing marcado, por lo que avanzan un poco a ciegas, “como no sabemos el tiempo del que disponemos, no sabemos cómo de complejas podemos hacer las elaboraciones. De momento, nos asignamos tareas y las vamos poniendo en común para ir perfeccionando recetas. En las reuniones online vemos los avances y elegimos el mejor camino entre todas las posibilidades”.

La prueba que más preocupa a Gallardo es la escultura de caramelo por la limitación de presupuesto, aunque “nos estamos asesorando con los mejores y tengo mucha fe en el buen hacer de Pepe y Adolfo”. Y, como mayor dificultad, la lejanía y el calendario. “Hemos tenido que hacer muchas reuniones por videoconferencia. Es una solución, pero no fluye como si estás cara a cara. Además, después de un verano de récord de trabajo, el otoño se hace corto y diciembre es un mes perdido”.

Pese a algunos obstáculos, la ilusión se mantiene intacta. “Vamos por buen camino, las elaboraciones son espectaculares y la temática, elegida por consenso, nos motiva muchísimo y da bastante juego”, asegura. Y es que tiene claro que “¡hay que ir a por todas! Los competidores van a darlo todo, cualquier equipo puede dar una sorpresa”.