El pasado julio, Pablo Galiana lanzó un nuevo producto, visual y pensado para compartir, que ha tenido éxito tanto entre su clientela como entre compañeros del sector. Se llama Gali-pots y está disponible en cinco variedades (tiramisú; lemon pie; cheesecake que puede acompañarse con bolitas de chocolate Ruby; vainilla con brownie, fudge de chocolate y toffee, y vainilla con nueces de macadamia).

La idea, explica, surgió hace dos o tres años al ver cómo un pastelero francés utilizaba un formato parecido. "En las cubetas de Gelats Galiana (Port de la Selva, Girona), el cliente puede degustar muchos pasteles en formato helado (un Ópera o un pastel de queso, por poner algunos ejemplos) y pensé que en vez de recurrir a las tarrinas, que es un poco insulso, podía presentar algunos de estos sabores de una forma mucho más vistosa: en tarro pequeño y con toppings (galletas, siropes, decoraciones sofisticadas)".

Esta propuesta no deja de ser una variación de lo que enseña cada año en el Curso Avanzado de Heladería en Anhcea: "en el curso realizamos helados sofisticados aplicando biscuits y toppings en cubeta. En los Gali-pots se trabaja el mismo concepto pero en un tarro pequeño".  El resultado, asegura, es "un producto de lujo ideal para llevar a una cena, para familias pequeñas o para quien quiera probar diferentes gustos". Asimismo, avanza que próximamente presentará nuevos sabores.