En heladerías punteras de Francia, Italia y España se está apostando cada vez más por ampliar el catálogo de invierno con golosos productos ideales para las horas del desayuno y la merienda. Se trata de establecimientos que en vez de cerrar, mantienen la persiana abierta y presentan atractivas líneas de referencias perfectas para combatir las bajas temperaturas.
Es el caso por ejemplo de la francesa La Fabrique Givrée, donde Jérémie Runel, con formación de base pastelera, propone una creciente carta de desayuno y merienda. Un surtido tan variado e interesante como los palitos de gofre al estilo Bruselas, brownies, brioches tostados, postres como Marcelo con crema chantilly, malvavisco a la plancha y una bola de helado a la elección del consumidor. Y en el apartado de bebidas, encontramos el chocolate caliente elaborado con cobertura Valrhona y leche fresca de las montañas de Ardèche, así como Milkshake con helado a escoger mezclado con leche.
Otra buena muestra es Paolo Brunelli que vuelve a lanzar propuestas de desayuno con larga vida comercial, en las que encontramos cafés especiales de Le Piantagioni del Caffè, pasteles, brioches rellenos de chocolate para untar, mermeladas, tostadas, fruta o chocolate caliente con galletas de frutos secos.
Y en Barcelona, en Delacrem de Massimo Pignata, ofrecen durante todo el año productos salados y dulces, que completan su excelente repertorio de helados, para los amantes de un buen desayuno. Desde tres tipos de bocallidos en los que utilizan pan artesano hecho a diario de un negocio próximo al establecimiento, hasta elaboraciones pasteleras que se exhiben en una pequeña vitrina con temperatura positiva y en la que destacan brownies y tartaletas (lemon pie, manzana/almendra, carrot cake, etc.) para todos los gustos como la que mostramos en portada.