En Caravellé (Guadalajara, México), Carolina Barragán no para de reinventarse creativamente y ampliar su oferta con productos que siempre tienen muy buena acogida entre sus clientes.

Cuando trabajaba en restaurantes de alta cocina, esta chef disfrutaba explorando y experimentado, algo que está aplicando con intensidad en su heladería de autor en los últimos tiempos. Recientemente sorprendía con paletas cubiertas de chocolate República del Cacao de 64% de Ecuador y ahora está a punto de lanzar unas minitrufas de helado para "quienes no desean una paleta entera o una bola de helado, que sólo quieran un pequeño bocado para satisfacer el antojo de comer algo helado", explica.

Presentadas en botes, estas delicias, con apariencia de trufa de chocolate, son en realidad minibolitas de helado cubiertas de chocolate y rebozadas en cacao. Lo mejor es el efecto sorpresa, el consumidor nunca sabe qué sabor va a probar, "en cada tarro indicaremos todas las combinaciones (café y cerveza, vainilla y frutos rojos, etc.) que puedes encontrar, pero tendrás que morder para saber cuál te ha tocado", añade. Esta idea viene de su pasión por Harry Potter, "como buena fan de la saga, me he inspirado en sus grageas de sabores".

Junto a las trufas de helado, está realizando ahora mismo pruebas con unas trufas de café. La idea aquí es esferificar Licor 43 y conseguir una trufa con centro líquido como si fuera un carajillo.