Del 27 al 30 de septiembre, Sherbeth convirtió el centro histórico de Palermo un año más, y ya van diez, en capital del helado artesano de calidad. Durante cuatro días, los 500.000 asistentes pudieron disfrutar de catas, debates, presentaciones de libros, conciertos, espacios dedidados a niños, itinerarios para descubrir sabores...
El último día del festival tuvo lugar una de las actividades más esperadas del festival: el prestigioso Concurso Procopio Cutò, dedicado al siciliano Francesco Procopio, considerado padre del helado y fundador del histórico Café Procope en París. 50 maestros heladeros de todo el mundo presentaron su propio helado casero. La victoria fue para Fabio Solighetto, propietario de la heladería L'albero dei Gelati de Seregno, en la provincia de Monza, que elaboró un sabor a base de ricotta di bufala con Grappa Capovilla Prunus Aurum de 15 años y pimienta de Penja. El segundo lugar fue para Laura Mesa Franco, de la heladería Ottimo en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, con sabor dulce de leche, y el tercero para Rosario Leone D'Angelo, de Sikè Gelato en Milazzo, por su helado de granizado de café de Costa de Marfil.
En su décima edición, Sherbeth quiso rememorar el pasado heladero de Italia a través de Giorgio Zagnatta, que recuperó un helado que se elaboraba en el 1200- 1300 en Asti, ciudad donde se celebra anualmente el popular Palio, y Bonetta dell'Oglio que preparó el granizado antiguo siciliano acompañado de anchoas.
El público también pudo descubrir un helado dedicado a Procopio y asistir a charlas muy didácticas sobre los azúcares en los helados, las combinaciones entre lo dulce/salado y el helado alcohólico.