Una de las frases que más oímos y repetimos durante estos aciagos días es"cuando todo esto pase", y a continuación formulamos nuestros planes, nuestros deseos, todo lo que vamos a hacer y que no hemos podido llevar a cabo en esta cuarentena.
Dicen algunos sociólogos que cuando todo esto pase no seremos los mismos, que cambiarán nuestros hábitos, nuestra manera de organizarnos, de relacionarnos con los demás, en definitiva, nuestra manera de vivir. Esperemos que no sea para tanto y que, en cualquier caso, conservemos las buenas cualidades que en nuestra sociedad han aflorado estos días, como la solidaridad, la generosidad y la empatía.
De lo que podemos estar seguros es de que cuando todo esto pase, el mundo necesitará a los pasteleros más que nunca para volverse a encontrar con la felicidad. Para conmemorar los aniversarios perdidos, y las bodas y comuniones aplazadas, para alegrarnos de que seguimos adelante, pese a los que desgraciadamente se han quedado por el camino, y para que, a no mucho tardar, recordemos todo esto como un mal sueño.