En octubre de 2021, la Unión Europea aprobó la propuesta de la Comisión Europea de prohibir el uso de dióxido de titanio (E171) como aditivo alimentario a partir de 2022. Tres meses después, ha publicado el reglamento que establece que todos los alimentos fabricados con esta sustancia antes del 7 de febrero -día en el que entra en vigor la normativa- podrán ser comercializados hasta el próximo 7 de agosto. A partir de esa fecha, solo permanecerán a la venta hasta su fecha de caducidad.
Esta era una medida muy esperada desde que la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) dictaminara en mayo de 2021 que el E171 no era seguro al no poder descartar problemas de genotoxicidad después del consumo de las partículas que lo componen.
El dióxido de titanio, ya vetado en Francia en 2020, recordemos que se utiliza como colorante alimentario principalmente en confitería (golosinas, chicles...), panadería y salsas, y también está presente en cosméticos, pinturas y medicamentos.