La UE ha aprobado la propuesta de la Comisión Europea para prohibir el uso de dióxido de titanio (E171) como aditivo alimentario a partir de 2022. Muy utilizado como colorante en pastelería fina, helados y confitería, ya fue vetado en Francia en 2020.

La propuesta de la Comisión se basa en un dictamen científico de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) que concluyó el pasado mes de mayo que el E171 ya no podía considerarse seguro cuando se usaba como aditivo alimentario, en particular debido al hecho de que no se pueden descartar las preocupaciones sobre su genotoxicidad. “La seguridad de nuestros alimentos y la salud de nuestros consumidores no es negociable. Hoy actuamos de manera decisiva con nuestros Estados miembros, basándonos en una ciencia sólida, para eliminar el riesgo de una sustancia química utilizada en los alimentos”, afirma Stella Kyriakides, la comisaria europea para la salud y la seguridad alimentaria.

Si el Consejo o el Parlamento Europeo no presentan una objeción antes de que finalice año, la medida entrará en vigor a principios de 2022 tras un periodo de eliminación gradual de seis meses.