Según el último Índice de Precios de Consumo (IPC), el azúcar ha subido en España un 40,5% durante este último año, llegando en septiembre a un promedio de 156,9 puntos (un 0,4% más que en agosto).
A nivel mundial, el coste del azúcar se situó el pasado septiembre en un promedio de 162,7 puntos (un 9,8 % más que en agosto), lo que representa el segundo aumento mensual consecutivo y el nivel más elevado desde noviembre de 2010, según la FAO (Organización de les Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Es más, es uno de los alimentos que más se ha encarecido este año. En el caso contrario encontramos los aceites vegetales, los productos lácteos y la carne.
Este incremento global del precio se produce principalmente por el aumento de la preocupación por las perspectivas mundiales de una oferta más limitada en la próxima campaña de 2023/24. Ello es debido al descenso de la producción en los principales países de azúcar -Tailandia y la India-, por el clima seco relacionado con el fenómeno El Niño. A esto hay que sumar la subida de los precios internacionales del petróleo crudo. Por suerte, se ha podido contener el aumento intermensual del coste mundial del azúcar gracias a que Brasil está cosechando actualmente en condiciones meteorológicas favorables y a que su moneda, el real, se ha debilitado frente al dólar de los Estados Unidos.