En 2024 hemos alcanzado la sexta edición del Premio Dulcypas a la Mejor Pasta de Té Artesana de España. El evento se ha convertido en una fecha señalada para todos los artesanos del sector, no hay pastelero que no haya participado (o se lo haya pensado) al menos una vez, convirtiendo cada edición, desde aquel lejano 2015 en Barcelona, en una fiesta de creatividad y de valores artesanos que comparten las pastelerías y panaderías de todos los rincones del país.

El carácter itinerante de la competición, única en su especie, ha reforzado todavía más esa voluntad de llegar a todos, de sumar a todos en una celebración que no solo destaca la pasta de té como joya única por su formato o complejidad, sino también esa pasta sencilla y golosa que recuerda masas de antaño, que revisa y reivindica adecuadamente para hacerlas atractivas al consumidor actual.

Es lo que pudimos apreciar también este año en Valencia, una edición de récord que ha rayado las 300 pastelerías inscritas. Una relación extraordinaria de pastas que no se queda solo en eso, en una cifra abultada, sino que se convierte en un recorrido exhaustivo por sabores, formatos, técnicas y estilos que renuevan y reivindican esta especialidad tan clásica de nuestra pastelería, desmarcándola de otras elaboraciones dulces de carácter más industrial.

¿Quieres revivir el Premio Dulcypas a la Mejor Pasta de Té de España 2024? Hazte con el libro que recopila las más de 200 pastas participantes, con todos los detalles necesarios para su elaboración, en Books For Chefs.

Hemos visto brillar con especial acierto la masa de florentina, con permiso de la omnipresente sablé de mantequilla y almendra, o avellanas. También cabe destacar la reivindicación de otros frutos secos como el cacahuete, el pistacho o incluso el sésamo. También el uso de frutas más o menos golosas, como el plátano, y especialmente refrescantes como la gran familia de los cítricos, en la que no solo brillan clásicos como la naranja o el limón, sino que ganan relevancia otras variedades menos habituales, como la ganadora mandarina, y las no menos interesantes sudachi, kumquat o lima. Sin más preámbulos, te dejamos con este festival de creatividad y precisión técnica. Es hora de volver a hacer volar la imaginación alrededor de la delicadeza más crujiente de toda la pastelería.