Actualmente, el cacao es más caro que el cobre. Por primera vez en la historia, la tonelada bate los 10.000 dólares y el precio del grano ha subido un 135% en lo que va de año.
Para hablar sobre cómo va afectar esta situación a la producción y consumo del chocolate a nivel mundial, hemos entrevistado a Helen López Vásquez. Esta periodista y conferenciante especializada en la cultura del chocolate ha asistido del 21 al 24 de abril en Bruselas a la World Cocoa Conference 2024, uno de los eventos de cacao más importantes a nivel internacional. ¡No te pierdas algunas de sus conclusiones!
Vienes de asistir a una Conferencia Mundial sobre el Chocolate. Cuéntanos un poco quién se ha reunido y con qué objetivo principalmente.
Se trata de la World Cocoa Conference que este año se desarrolló en Bruselas. Allí se reúnen actores de toda la cadena de valor del cacao, desde productores, transformadores, comercializadores y gobiernos.
¿Cuáles son las principales preocupaciones del sector en estos momentos según tu parecer?
Hay que contextualizar diciendo que el sector, desde hace al menos un par de décadas, tiene una dependencia de la producción de países africanos, principalmente Costa de Marfil y Ghana, aunque también están en menor medida Nigeria y Camerún. Esto hace que, si bien existen problemáticas específicas en cada país, las preocupaciones globales son estas:
- Altos precios del grano derivado de factores como el aumento de la minería ilegal y la sustitución por otros cultivos como el caucho en los principales productores (Ghana y Costa de Marfil).
- Los efectos del cambio climático en las cosechas, que no sólo se han visto disminuidas sino también afectadas por enfermedades de muy fácil propagación como la monilia.
- Incumplimiento de los contratos por parte de los productores de cacao que ahora pueden vender a nuevos compradores.
- Desmejoramiento de las prácticas de la postcosecha. Se ha entrado en una dinámica en la que se vende el cacao de menor calidad al precio más caro.
“El cambio climático ha afectado a las cosechas de todo el planeta. Ha sido especialmente cruel en Costa de Marfil y Ghana y no hay ningún país productor que pueda hacerse cargo a corto plazo de la demanda”
El cultivo de cacao se produce en muchas zonas del mundo, básicamente aquellas con un tipo de clima adecuado, ¿por qué aparentemente hay unos problemas de producción, abastecimiento y precio que pueden afectar a toda la industria sin excepción?
El cambio climático ha afectado a las cosechas de todo el planeta. El problema es que ha sido especialmente cruel en los dos países africanos y no hay ningún país productor que pueda hacerse cargo a corto plazo de la demanda. Una demanda que ha ido en aumento en la última década entre un 3 % y un 5%, a lo que se ha sumado el “despertar” de nuevos países como Corea, Taiwán e incluso China. El tema es tan grave que incluso grandes productores como Brasil, en algunas ocasiones, tienen que importar cacao de África para atender su mercado local.
¿Entonces el cambio climático es el principal causante de los problemas que tiene el cultivo de este producto? Como dices, ha crecido la demanda de productos de chocolate en el mundo, ¿eso puede también afectar en los índices de precios y en la calidad media de los chocolates?
El cambio climático es uno de los problemas, pero se trata de una situación multifactorial de asuntos que se arrastran en la industria desde hace años. Algunos serían la dependencia de la producción africana, la poca inversión que se ha hecho en tecnología y mejoramiento de plantaciones dado las casi cuatro décadas de precios bajos, el control del negocio por algunos gobiernos, la falta de respuesta a denuncias de explotación infantil.
El precio ya se está viendo afectado en el producto final, no obstante, los productores aún siguen usando materia prima comprada en períodos anteriores. Según los expertos, será un aumento de hasta un 30%, aunque es posible que sea más, ya que también se debe tener en cuenta la inflación. No obstante, lo grave se notará en la campaña de Navidad, se verá afectada la calidad en el gran consumo, pues los productores están haciendo cambios en las recetas (incluirán grasas palmínicas, polvo de cacao, entre otros). También habrá cambios en la cantidad de referencias, por ejemplo, es posible que no se encuentren turrones con chocolate o panettones con “pepitas de chocolate”. Habrá mucha más presencia de “análogos”, es decir, productos con “sabor a chocolate” que usan otras materias primas diferentes al cacao.
En la campaña de Navidad se verá afectada la calidad del chocolate en el gran consumo, pues los productores están haciendo cambios en las recetas. También habrá cambios en la cantidad de referencias”
Es verdad que hablar de la industria del chocolate es realmente complicado, ya que está compuesta de muchas realidades que van desde el pequeño elaborador bean to bar hasta la gran industria ¿Cada uno de estos sectores accede de forma diferente al cacao en origen?
Sí, hay una diferenciación entre el mercado de cacao “bulk” y el cacao “fino”. Si bien la situación más grave recae en el cacao corriente, toda la cadena se ve afectada. Los pequeños productores ya pagan un precio muy alto por el cacao, pero ahora mucho del cacao que se destinaba para el mercado gourmet va a ir a completar el mercado de consumo masivo. De hecho, es posible que muchos pequeños productores tengan que pagar precios tan altos que sea inviable su actividad, así que lamentablemente se espera un cierre de muchas pequeñas chocolaterías por el mundo. Sin embargo, como la percepción del consumidor cambiará, pasarán dos cosas: una disminución del consumo, pero el consumidor que siga comprando estará dispuesto a comprar caro y sobre todo será más estricto con la calidad.
“Es posible que muchos pequeños productores tengan que pagar precios tan altos que sea inviable su actividad”
¿Cómo afectan algunos cambios en el mercado, por ejemplo una mayor cultura la mayor cultura por un chocolate de calidad éticamente responsable y sostenible? ¿El buen cacao es accesible para cualquier pequeño fabricante de chocolate que lo quiera?
La calidad del cacao se mide en principio por las prácticas de producción y de postcosecha. Ya la Unión Europea, con la nueva ley que entrará en vigor a finales de este año, había alentado a una producción más sostenible y sin relación con la deforestación. No obstante, los “traders” o grandes importadores de cacao tendrá que escoger con qué países trabajarán, no sólo porque sean los que realmente estén comprometidos con estos principios, sino porque sea viable probar la trazabilidad de estos granos.
¿De qué manera puede afectar esta realidad en cada gama de producto de chocolate, es decir, en la gran industria que fabrica productos derivados y sucedáneos, en el sector premium del chocolate, en el bean to bar y en los chocolates de cobertura que luego utilizan los artesanos y bomboneros?
Hay una carta que puede relajar las tensiones del mercado: la próxima cosecha de Ghana, si es buena, puede aliviar en parte la demanda. Por eso, aún muchos grandes productores no suplen producto para la campaña de Navidad. Digamos que este factor puede asegurar no todo el cacao que se necesita, pero sí al menos cumplir con ese pico estacional.
En el caso de los chocolateros bean to bar, en Europa es más sencillo el abastecimiento porque los volúmenes son pequeños y pueden echar mano de cacao almacenado en Europa. No obstante, hay que recordar que el cacao incluso en país productor, los chocolateros lo pagan a precio de bolsa y en el caso del cacao fino se le suma a ese precio hasta 40%.
“Hay una carta que puede relajar las tensiones del mercado: la próxima cosecha de Ghana, si es buena, puede aliviar en parte la demanda”
Se oyen en los medios con mucha frecuencia mensajes catastrofistas sobre la extinción del cacao o la reducción drástica de su accesibilidad. ¿Compartes esos mensajes? ¿Cómo crees que será la cultura del cacao y el chocolate a 5 ó 10 años vista?
Creo que esta coyuntura permitirá una revisión profunda no sólo del sector sino de la percepción del consumidor que lleva años acostumbrado a las tabletas de chocolate de un euro del supermercado. Habrá una inversión importante en países que pudieran apuntarse a ser los nuevos “players” como Ecuador, Perú y Brasil. No obstante, se teme que toda la inversión que se haga ahora sea imposible de recuperar cuando vuelvan los precios bajos.
¿En España hay cultura de buen chocolate? ¿Está mejorando esta realidad? ¿Cómo crees que va a cambiar esa cultura y hábitos de consumo en los próximos años?
El consumo va a bajar a niveles nunca antes vistos, la única esperanza es que en España el chocolate se suele beber líquido y al menos que se sustituya por el café, no es fácil que haya un cambio a otro producto. Es decir, el chocolate, a día de hoy no tiene sustituto en su versión líquida. En cuanto a las tabletas, serán de las más afectadas pues no están vinculadas a ningún acto cotidiano como el desayuno, así que veremos menos referencias tanto en el supermercado como en las tiendas gourmets. Muchos productores buscarán “creaciones”, es decir productos con chocolate, pero con proporciones más bajas como las trufas, galletas o rocas.
“Habrá una disminución del consumo, pero el consumidor que siga comprando chocolate estará dispuesto a comprar caro y sobre todo será más estricto con la calidad”