Crujiente Petits Plaisirs es una bocanada de aire fresco no sólo en la región de la Vega Baja alicantina sino en la escena pastelera nacional. En una región con escasa tradición pastelera, y menos todavía de pastelería de corte moderno con mousses en formato individual como estandarte, sorprende que Jose Manuel Marcos Candela haya sabido pulsar las teclas adecuadas para que su negocio funcione.
Pero vayamos por partes, lo primero que hay que comprender de Crujiente es quién está detrás y de dónde viene. Jose Manuel Marcos Candela era tiempo atrás mecánico de mantenimiento y soldador en un taller hasta que un buen día descubrió su interés por la pastelería. Con un espíritu eminentemente autodidacta y con una gran vocación emprendedora pronto se vio liderando su propio negocio, una experiencia que acabó echando el cierre pero que le sirvió de mucho para sus planes de futuro.
Junto a esta evolución marcada por un talento y un afán de superación notables, este chef se dio cuenta de que algo no acababa de encajar en el modelo de negocio pastelero convencional escogido inicialmente. El salón de degustación se convertía allí en la principal actividad. Frustrado por vender más cafés y tostadas que los pasteles a los que tanto esmero y esfuerzo dedicaba a diario para engalanar sus vitrinas, fue madurando un nuevo concepto de negocio que vería la luz un tiempo después.
Crujiente Petits Plaisirs nace en 2009 para poner en valor esa pastelería que Jose Manuel y su equipo elaboraban. Para llamar la atención de los vecinos de Redován se trasladan las vitrinas prácticamente a primera línea de calle, se eliminan las barreras que las separan del exterior y se complementa la oferta con el producto más familiar y atractivo para los habitantes de la zona: la pastelería salada (canapés, pizzas, focaccias, hojaldres, etc.). Además, entre semana, abren solo en horario de tarde, convirtiendo la merienda en el momento estrella.
Los precios ajustados, la rotación constante de producto, el protagonismo cada vez mayor de la parte dulce, la complementariedad con productos como la vitrina heladera, la terracita… todo va calando en un público cada vez más predispuesto a dejarse seducir por la oferta de Crujiente Petits Plaisirs. Con el tiempo el boca a boca surte efecto y el área de influencia del negocio se extiende con clientes que vienen incluso desde Elche y otras localidades más lejanas. Escépticos al principio, el consumidor se deja atrapar por una pastelería de presentación impecable, de sabor intenso y goloso y, como comentábamos, de precio competitivo.
Lo cuidado del diseño también tiene su reflejo con el premio que Crujiente gana al remodelar su fachada, cambiándola a color blanco y con unas formas irregulares que contribuyen a reforzar la idea del nombre “crujiente”. Su actividad en las redes sociales va calando y todo confluye, a pesar del contexto económico adverso general, en un comportamiento comercial positivo año tras año.
Jose Manuel Marcos Candela lo tenía claro desde que concibió Crujiente Petits Plaisirs. Su pasión por la pastelería debía encontrar allí la medida adecuada. Aunque la superficie de tienda es relativamente pequeña, entrar en el obrador es una verdadera gozada. No falta espacio para que un amplio equipo pueda trabajar acompañado además de la mejor tecnología, con zona de frío separada, obrador de chocolate independiente, zona de calor autónoma, etc. Su buena trayectoria, su incipiente y cada vez más reconocido trabajo como técnico demostrador de importantes firmas de equipamiento del sector, y sus primeras incursiones públicas, como la que aquí nos ocupa, le han llevado también a despertar el interés de una joven generación de pasteleros que están dispuestos a trabajar con él comprometidos con una pastelería creativa del mejor nivel.
Con todo, poco a poco el sueño se consolida y Crujiente Petits Plaisirs se convierte en un templo de referencia en la pastelería española. No sólo por el personal e impecable estilo de su chef pastelero al frente, sino también por la fórmula escogida para lograr que un negocio que pone la pastelería fresca en el centro de su actividad, pueda funcionar y ser rentable. Jose Manuel Marcos no tiene intención de hacer crecer el negocio y abrir nuevos puntos de venta en otros lugares cercanos a su obrador. Su intención es reforzar la venta en su tienda actual y consolidar la oferta y el equipo que la gestiona. Con lo claras que parece tener las ideas, y viendo el brillante resultado hasta la fecha, no tenemos la menor duda de que seguirá dando que hablar muy positivamente en el futuro.