El pasado lunes 26 de abril se cumplió el 84 aniversario del bombardeo de Gernika. De ahí que cerca de 40 chocolateros, provenientes del conjunto de los territorios de Euskal Herria, hayan decidido recrear en chocolate y en tamaño real (7.70 metros de base por 3,50 de altura) el famoso cuadro Guernica de Picasso. Una bonita iniciativa que ha sido impulsada por la Federación Euskal Gozogileak, recientemente creada e integrada por las asociaciones territoriales de gastronomía dulce artesana de Álava, Vizcaya y Gipúzcoa,
Con este macrocuadro en chocolate, que se ha elaborado en las instalaciones de Salva en Lezo, empieza una exposición itinerante que arranca en la localidad de Gernika y que podría llegar a exhibirse en eventos chocolateros internacionales en París y Madrid, donde ya se han cursado peticiones. Además de Salva Industrial, otras empresas que han colaborado en la iniciativa han sido Ulma, que ha aportado el bastidor gigante sobre el que descansa el cuadro; la firma de transportes Argitrans; la marca chocolatera Cacao Barry, y el proveedor de productos Compás Norte, que ha contribuido con la mitad del chocolate utilizado para la confección del cuadro.
Para dar la mayor proyección posible en este momento tanto a la nueva marca Euskal Gozogileak como al conjunto del sector de la gastronomía dulce artesana de la tierra, se ha escogido el Guernica de Picasso por su valor simbólico en la sociedad vasca, pero también en el mundo en general, icono de la cultura de la paz y el antibelicismo. Un cuadro universal que está de actualidad en el 2021 por dos motivos. Por un lado, se cumplen 40 años de su traslado a Madrid, superada la dictadura franquista, desde el Museo Moma de New York. Por otro lado, a comienzos de este año la réplica en tapiz de la misma obra ha sido retirada de la sede de la ONU en New York por sus propietarios, la multimillonaria familia Rockefeller.