En plena campaña de Reyes, gremios y asociaciones empiezan a hacer estimaciones sobre las ventas del postre por excelencia de estos días, el roscón, que en los últimos años vive un espectacular resurgir. Más allá de cifras de ventas y preferencias en los sabores, lo que queda claro es la creciente tendencia del consumidor por el roscón artesano, sin conservantes ni añadidos, consumido unas horas después de su elaboración.

ASEMPAS destaca que el roscón seguirá siendo el postre estrella de estos días con una previsión de ventas de 2.600.000 unidades. Analizando tendencias, la asociación afirma que la adaptación a las nuevas tendencias de consumo sigue provocando en la pastelería artesana madrileña la venta de medidas más pequeñas para adecuarse a todo tipo de familias, así como la reducción en la proporción de azúcar y la elaboración de opciones sin gluten ni lactosa. En esta comunidad autónoma, el 50% de la población lo prefiere relleno de nata o trufa, y el precio se incrementará de media un 9% respecto al año pasado, menos cantidad de lo que suponen las materias primas, costes laborales y la energía.

En el caso de Catalunya, el Gremio de Pastelería de Barcelona prevé que se consumirán en toda la comunidad autónoma un millón de roscones de Reyes entre el 4 y el 7 de enero, igualando las cifras de 2019. Respecto a 2022, se espera un incremento de entre el 3% y el 5%, ya que el año pasado se suspendieron algunas celebraciones familiares debido a la ola de Omicron. Aunque el de mazapán y fruta confitada volverá a ser el más vendido, la entidad asegura que cada año se registra un crecimiento de ventas de los rellenos de nata, crema o trufa. Para su presidente, Antoni Bellart, “esta es una de las fiestas más estables de todo el año. El día de Reyes no se contempla sin roscones y si se ha probado el artesano, difícilmente se comprará uno industrial”. Asimismo, destaca que, pese a que prácticamente todos los ingredientes se han encarecido y especialmente la energía, “el precio no subirá más de un 2% o un 3%. Somos pequeños negocios y elaboramos productos que no son de primera necesidad. Sabemos que no podemos repercutir la actual inflación al cliente”.