Etienne Leroy, Bastien Girard y Jean-Thomas Schneider hicieron valer su condición de favoritos y se impusieron delante de una resignada Japón, segunda, y una emocionada Suiza, tercera. No solo hicieron un trabajo impecable sino que además supieron sorprendernos con un somero trabajo inspirado en el rock’n roll, destacando el trabajo artístico en hielo, azúcar y chocolate, que por cierto también se llevó el premio del mejor buffet.
Ya tendremos tiempo para valorar con más detalle lo que deja tras de sí esta edición de la Copa del Mundo de Pastelería, la número 15, que confirma la participación de escuadras procedentes de todo el mundo, las más humildes de Africa y América Latina, las cada vez más fuertes asiáticas -aunque nunca lo suficiente ni siquiera para disputar la parte más alta del podio- y las poderosas europeas -mención aparte la ausencia española.
Valorar también los cambios en el reglamento orientados a poner de relieve la dificultad y la habilidad de un oficio como el pastelero, eminentemente artesano. Y poco más de momento, ya llegará el momento de valorar las pocas sorpresas que tuvimos desde el punto de vista creativo y conceptual, la habilidad de la organización para hacer de un evento como este un espectáculo sin igual, los más que dignos trabajos de países como Reino Unido, Suecia, Malasia, etc.
Premios especiales
- Mejor buffet 'Vase de Sèvres': Francia
- Premio hielo esculpido: Estados Unidos
- Premio chocolate: Corea del Sur
- Premio Eco responsable: Estados Unidos
- Premio Mejor Innovación: Suecia
- Premio de la prensa: Francia
- Premio Mejor Campaña de Promoción: Chile
- Premio Mejor Poster: Egipto