En los últimos años, la venta ambulante de helado se ha hecho más visible gracias a iniciativas como el festival Eat Street de Barcelona. Aunque, en realidad, no es una tendencia gastronómica tan nueva, ya que retoma una tradicional forma de negocio en España, pero con una estética diferente y más atractiva.
El libro Fundamentos Científicos de la Heladería da incluso detalles de cuándo empezaron los ibenses a vender helados de forma ambulante por toda España. Tal como se cita en la obra, Carlos Rico emigró a Montevideo y allí conoció a un italiano que le enseñó los secretos de los helados con leche y huevos y de las cremas. En 1916 se estableció en Zaragoza y cuando murió, su viuda prestó su libreta de notas a numerosos vecinos del pueblo que copiaron sus recetas. Aquí empezó todo.
En este ranking, destacamos establecimientos de España, pero también del extranjero, que han apostado exitosamente por el food truck, ya sea en furgoneta, quiosco, carrito, pop-up o en plena naturaleza. Un modelo de negocio en el que para sobrevivir es vital saber adaptar el stock y la carta de helados y postres al tipo de evento que se cubre.
Real Ice Cream. Libertad de movimiento
Libertad de movimiento, venta sostenida durante todo el año y control de gastos. Son algunas de las razones que llevaron a Jordi Guillem a comprar una furgoneta y vender su marca de helados Real Ice Cream en ferias, festivales y conciertos.
¿Pero con este modelo de negocio se resiente el producto final? “No, ya que realizamos toda la producción en el obrador de El Vendrell. Del obrador pasa a la food truck que tiene un pequeño arcón para almacenar el helado durante un corto período de tiempo. Intentamos hacer helado fresco cada semana y que haya rotación en la oferta para que ningún helado esté más de dos semanas en cámara”, explica en Arte Heladero 208.
Helados de autor con sus conocidos coupages, granizados de fruta de temporada con la técnica del prensado en frío, kombuchas y cafés de especialidad forman parte de su oferta de productos.
Fauna. Lo salvaje como leitmotiv
Situada en Bariloche, en el corazón de la Patagonia argentina, la heladería Fauna se encuentra en un terreno que antes era un vivero, rodeado de un jardín en el que todavía crecen de manera 'salvaje' fresas, frambuesas, así como flores de saúco, lavanda, melisa, menta. También hay un bosque cerca al que Stefan Ditzend (uno de los protagonistas de Arte Heladero 212) va a recoger con su hija flores, plantas y fruta. Ingredientes de gran calidad y diversidad que potencian su creatividad.
Como a este chef le gusta el asesoramiento y la construcción, se encargó del montaje de áreas tan diferentes de la tienda como la herrería, la electricidad, la carpintería y la plomería de este original negocio.
A nivel técnico, Ditzend también muestra su temperamento indomable, elaborando recetas que no siguen los parámetros estándars, “me muevo en una franja de uno o dos grados centígrados de diferencia en la temperatura de servicio en función de las necesidades del sabor de cada propuesta. Además, utilizo tubos de glicol que me permiten trabajar de cómodamente”, asegura.
Nuuk apuesta por un quiosco con vitrina circular
Jesús de la Corte y Juan Martín abrieron Nuuk Ice Lovers en Huelva en 2019 con la idea de desestacionalizar el consumo de helado. En 2021, los dos amigos, animados por el gran éxito de su primera heladería, quisieron dar un paso más e instalaron un quiosco en el Paseo de la Ría, también en Huelva. Un punto de venta atractivo en una zona de costa privilegiada con una moderna vitrina circular y una terraza muy amplia.
En este quiosco, aparte de la oferta habitual de Nuuk, se puede disfrutar de cuatro helados servidos en combinación con espirituosos: Ice Gin Lemon, ginebra con granizado de limón; Don Pedro, whisky, licor de café y helado de vainilla; Luis Felipe, que mezcla el brandy y un helado inspirado en el espirituoso; y Coronel, que aúna vodka y helado de limón.
LodoVnia. Una obra de arte en Polonia
Situada en el “Patio del Arte” de la antigua fábrica de cervezas Hugger en la ciudad de Poznan (Polonia), LodoVnia es una heladería móvil de apenas 35 m2 que se puede desplazar a diferentes puntos de la ciudad.
La fachada, tratada como si fuera una obra de arte y cubierta por 1.000 conos blancos que representan los cucuruchos de helado, capta la atención de los transeúntes. En el interior hay un mostrador en elegante chapa de madera natural y muchas formas triangulares que vuelven a hacer alusión al cono.
Inició su actividad en 2017 con tres líneas de producto -helados servidos en cucurucho, polos y macarons rellenos de helado-.
IceCoBar. Buena inversión
Pensando en los emprendedores que cuentan con poca financiación, la cadena española de helado a la plancha ofrece un interesante modelo de negocio: IceCoBar Food Truck, un camión de helados que puede trasladarse fácilmente a cualquier evento (boda, concierto, fiesta de empresa, etc.).
Una de sus ventajas es su facilidad de apertura y de movimiento. Y es que estos camiones están diseñados para instalarse en cualquier espacio, desde pasillos y plazas de un centro comercial, hasta universidades y estaciones de tren.
A nivel de oferta, el cliente puede degustar la misma variedad de ice rolls y de gofres que en cualquiera de las heladerías IceCoBar y disfrutar de su popular 'show cooking'.
Can Padet. Tándem con Meliá Cala Galdana
Este verano, los helados y mignones helados de Can Padet se pueden degustar en una vitrina instalada en primera línea de mar, en el hotel de lujo Meliá Cala Galdana en Menorca que apuesta fuerte por el producto local. Tal como explica Pedro Pons, “esta idea surgió el verano pasado, pero fue en febrero cuando se concretó. Nosotros ponemos la vitrina y galletas de mantequilla, y ellos aportan el personal, los cucuruchos y las tarrinas”.
Este establecimiento, que abrió sus puertas en 2021, juega con pastelería y heladería en función de la época del año para mantener una venta sostenida durante todo el año. Aunque su oferta es heterogénea, el producto estrella es la tarta helada. Cabe destacar que Pons aprendió las bases de pastelería helada de Migue Señoris.
Gela’t. Carta de helados flexible
Asesorado por el técnico Lluís Ribas, Raül Miñarro lleva desde 2013 vendiendo helados en una caravana vintage, con una vitrina y un pequeño arcón congelador, que recorre toda Catalunya.
Tras observar que en Alemania, el país de origen de su pareja, la venta ambulante está mucho más implantada que en España, ambos decidieron abrir Gela’t. Con un pequeño almacén en Piera, Barcelona, ofrecen una carta de helados que varía mucho en función del tipo de evento. En festivales infantiles no pueden faltar clásicos como chocolate, vainilla y limón; en fiestas como la Mercè amplían el abanico con sabores más originales como frutos rojos con vinagre, y en las celebraciones menos masificadas han llegado incluso a preparar un postre de fácil emplatado.
Xixohelat. Nuevos tiempos
Xixohelat es un buen ejemplo de negocio familiar que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. José Manuel Miquel Bravo recuerda que la idea del carrito de helados surgió hace 10 años. “Después de ver algunas fotos de mi padre con un carrito de helados, se me ocurrió esta idea para poder ofrecer nuestro helado en eventos, pero no de cualquier forma”. El primer año fue un éxito, “funcionó muy bien en bodas, bautizos y comuniones. El segundo año fue tal el boom que la gente nos pedía también un carrito con granizados, y como el granizado se trabaja con una temperatura distinta, diseñamos un carrito específico. En este caso, le añadimos una bici, una sombrilla”, añade.
Sin duda, este formato ha abierto a Xixohelat una nueva vía de trabajo, sobre todo los fines de semana, que “nos da una imagen nostálgica y de mucha calidad”, afirma. Últimamente, este servicio también lo demandan en discotecas y conciertos.
Rocambolesc quiere llegar a todo el mundo
Con el deseo de llegar al máximo número de personas y despertar al niño interior que todos tenemos dentro, Jordi Roca y Ale Rivas presentan nuevos modelos de negocio, más allá de las tiendas: un carrito de helados para fiestas, un corner con la misma decoración y oferta que los establecimientos, y pop-ups.
Como ellos mismos explican, “nos gusta la idea de lo efímero, cambiar de espacios y enriquecernos de la cultura de allá donde podamos estar. Esta manera de pensar nos permite vivir cada experiencia de forma más presente e intensa ya que cada nuevo espacio viene acompañado del factor novedad, que nos inspira. Y esa es la reacción que también buscamos en los clientes cuando creamos un nuevo espacio que esté en activo temporalmente”.
Trompa&Co. ¿Helado o cóctel?
Esta nueva marca de helados nació este 2023 en Barcelona con el objetivo de llegar a todas aquellas personas que quieran encontrar una manera original y diferente de tomarse una copa, ya que elabora helados reproduciendo fielmente el sabor del cóctel original. El heladero es Carlos Rojas, con experiencia en restaurantes como Estimar y heladerías como Pyreneum de Stéphane Orsoni.
Con punto de venta en el Poble Espanyol, también dispone de carritos de helados para sorprender a los invitados de una boda, cumpleaños o cualquier evento con propuestas como Gin Tonic (sorbete de tónica aromatizada con pimienta de Sichuan, cardamomo verde, y combinado con ginebra prémium) y Raspberry Wine (sorbete de frambuesa con vino tinto ecológico Graciano de Varietales Viña Ijalba).
Van Leeuwen. Fiel a sus orígenes
Aunque Van Leeuwen empezó en 2008 como un camión amarillo de helados instalado en las calles de New York, con el tiempo se ha expandido abriendo tiendas en puntos estratégicos como Texas, Colorado y Washington. Incluso sus fundadores han escrito el libro The Van Leeuwen Artisan Ice Cream Cookbook, con más de 100 recetas para preparar helados caseros.
Pese a su éxito y su evolución, la heladería no abandona sus orígenes y sigue ofreciendo camionetas y carritos para bodas, películas, cumpleaños, festivales y todo tipo de eventos. Una de sus claves es la cuidadosa selección de sus ingredientes e incluir en su oferta sabores veganos.