En el mes de julio, Irene Iborra vivió una experiencia 'mágica' en el emblemático Palau de Maricel de Sitges (Barcelona), ofreciendo una degustación de helado creado con motivo de una ruta modernista nocturna. "Estoy muy agradecida, formar parte de este tipo de eventos en los que se respira cultura por todos lados me encanta, es algo impagable", explica.

Para elaborar el helado, se inspiró en las flores que están presentes en muchos edificios modernistas de la ciudad costera. Sus ingredientes son agua de azahar, agua de rosas, jazmín y vino de Malvasía. Además, "lleva vainilla porque la perfumista Irene Gispert nos explicó que en perfume lo exótico, el Oriente, siempre se representa con esta esencia, y durante ese movimiento cultural en Catalunya, que se desarrolló desde finales del siglo XIX y principios del XX, se mantenían relaciones comerciales con Oriente", añade.

En la presentación, Iborra guardó el helado en hielo seco y virtió encima agua caliente, logrando así una atmósfera de humo. Además, decoró el espacio con velas.

El próximo 3 de agosto se organizará otra ruta modernista y la propietaria de Mamá Heladerá volverá a deleitar a los asistentes con una degustación de su helado.